El naufragio del Titanic sigue dando de qué hablar y tras más de cien años aún se siguen investigando las causas y condiciones en las que se produjo este suceso. En 1912, el transatlántico ‘Titanic’ emprendió su rumbo en el mar y naufragó días después.
La teoría más generalizada es que el barco chocó contra un iceberg y esto causó su hundimiento, pero existe otra hipótesis. La suposición de que se produjo un incendio a bordo cuestiona la historia que todos tenemos en nuestra mente.
El Titanic sufrió un incendio en la sala de calderas del bunker 9 poco después de salir del puerto de Southampton. Esto ha quedado reflejado en libros y ha sido confirmado por la propia Sociedad Británica del Titanic. La tripulación tardó varios días en apagar las llamas que se habían producido en los depósitos de carbón, teniendo que extraer todo el producto que no había ardido.
Aunque el dato del incendio a bordo del famoso transatlántico no es novedad, el periodista e investigador inglés Sean Molony cree que el fuego jugó un papel crucial en el naufragio, ya que al mantenerse prendido tanto tiempo pudo dañar el casco del navío. Molony ha consultado con expertos en metalurgia y afirma que un incendio de semejantes características pudo alcanzar temperaturas de más de 1.000ºC, temperatura que no sería suficiente para fundir el acero y menos al encontrarse dentro del agua pero sí que tendría fuerza para debilitar la resistencia estructural hasta en un 75% y dejarlo quebradizo.
El barco impactó con el iceberg justo por la zona del casco que se encontraba cerca al bunker 9, quedando destrozado y abriéndose la vía de agua que hizo que el hundimiento fuera inevitable.
Esta hipótesis se basa en datos que se disponen sobre el incendio y una serie de fotografías que no habían salido a la luz y que mostraban manchas oscuras en la zona del casco donde se encontraba el bunker 9, lo que evidenciaría que el barco partió de Southampton a Nueva York dañado.
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