En el pasado 2016, los avances tecnológicos no cesaron a pesar de una lenta recuperación de la economía, conflictos e incertidumbre política. 2017 no va a quedarse atrás en cuanto a innovaciones tecnológicas.
Se presupone que el Internet de las cosas (entendido como objetos o cosas que se conectan a Internet) pase a ser una realidad en la vida cotidiana de las personas este año, teniendo que asumir los fabricantes de dispositivos con Internet unos niveles de seguridad más elevados.
Este año, la seguridad se tomará como servicio y no solo como un hardware y un software conectado a la red. Un servicio remoto y profesional con almacenamiento y monitoreo de video, con opciones de visualización en tiempo real. Se fortalecerá también el ámbito de la seguridad cibernética.
La industria de seguridad ofrecerá soluciones integradas, por ejemplo, una protección total de viviendas, tiendas, etc. y no solo la oferta de cámaras o sistemas específicos de seguridad.
Además de la buena calidad de video imprescindible en estos sistemas, se aplicará un uso extenso de la analítica. La industria trabajará para la innovación del software de análisis con el objetivo de que pueda utilizarse en tiempo real. Se espera que estas funcionalidades como el reconocimiento facial, la protección perimetral, etc. se combinen para ofrecer mejores soluciones.
Por otro lado, las tecnologías de aprendizaje profundo comienzan a ser importantes. Los aparatos usan patrones que almacenan y crean a través de cámaras de seguridad. Incorporan técnicas de inteligencia artificial que se popularizarán más este año.
La videovigilancia, no solo implica seguridad de personas, objetos o lugares. Este año se incluirá el control de acceso físico, comunicación bidireccional y gestión de situaciones de emergencia que puedan ser manejadas a una distancia considerable. Así, se podría llegar a un punto en el que las cámaras de seguridad se coordinasen con puertas inteligentes, intercomunicadores, altavoces…
La ciberseguridad cada año se hace un hueco más grande en nuestra sociedad. Teniendo en cuenta que la mayoría de equipos son conectados e instalados por los clientes, los fabricantes deben tomar la responsabilidad de asegurarlos.
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