Como reza en una lápida del asalmonado patio de la antigua Audiencia Provincial de Sevilla en la Plaza San Francisco de dicha ciudad, el 6 de Agosto de 1918 se declaró un pavoroso incendio que dañó el edificio e hizo perder casi la totalidad de los documentos judiciales y administrativos. Como consecuencias de las obras de restauración gestionadas por el Colegio de Abogados de la época, la fachada disfruta del aspecto que observamos hoy.
La citada lápida expone lo siguiente:
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