El 28 de Junio de 2001, tres operarios de la empresa Ipama trabajaban sobre la cubierta del Palacio de los Deportes de Madrid sellando los agujeros del techo para acabar así con las goteras.
Uno de los obreros estaba pegando la tela asfáltica a las placas de aluminio con un soplete cuando se resbaló y la herramienta se le cayó de las manos, prendiendo entonces la techumbre.
El fuego se propagó rápidamente por la capa de madera y tela que recubrían esta parte del estadio y, a pesar de que los trabajadores avisaron al teléfono de emergencias 112, las cuatro dotaciones de bomberos que fueron a la zona no pudieron hacer nada.
El incendio se había extendido por gran parte de la techumbre, debilitando los vigas de sujeción, lo que hizo que la cúpula del pabellón se derrumbara una hora más tarde y que, tras su extinción completa hacia las 10.00 de la mañana (dos horas después de cuando se prendió), dejara el estadio totalmente destruido.
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