Casi 80 años tiene ya nuestra veterana tecnología denominada Videovigilancia, con su origen en el Closed Circuit Television (comúnmente conocido como CCTV), que fue creado por el alemán Walter Bruch (1908-1990) e implementado por primera vez en 1942 por Siemens AG para monitorizar y observar los ensayos de misiles V2 en la preparación de los ataques alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. La aplicación después de este conflicto bélico se reduce principalmente al uso militar, implementándose poco a poco en sectores industriales y lugares públicos con el paso de los años.
En este sentido, el primer avance importante se introdujo en 1951 con la creación de un sistema capaz de almacenar las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad en una cinta de vídeo VTR.
Algunos años después, en los 60, se inventó el “switch box”, un sencillo aparato que ofrecía la posibilidad de cambiar la cámara en el monitor, pudiendo así un Vigilante de seguridad controlar varias cámaras desde una misma pantalla, aunque sin visualizarlas todas al mismo tiempo. La solución a este hándicap vino en torno a una década después con la introducción de los “Multiplexers”, capaces de Grabar la totalidad de sus canales y reproducir el canal deseado. Además, en este periodo (concretamente en 1969) Marie Van Brittan Brown inventó y patentó el primer sistema de CCTV para el hogar. La seguridad ya no era una cuestión aplicada a las grandes superficies, sino que se facilitaba también su acceso al ciudadano.
En los 80, se dio uno de los primeros pasos hacia lo que actualmente conocemos como VIDEOVIGILANCIA, popularizándose su uso en pequeñas empresas y permitiendo que la tecnología se adecuase al exterior, diseñándose entonces para soportar condiciones climáticas adversas.
A comienzos de los 90, la tecnología infrarroja fue combinada con la tecnología del CCTV para crear una cámara que pudiera visualizar una zona totalmente a oscuras. Esta solución fue la definitiva para impulsar la videovigilancia perimetral. Además, en 1996 se lanzó al mercado la “Neteye 2000”, considerada como la primera cámara IP. Lo que diferencia a estas de las cámaras de seguridad analógicas, es la tecnología que utilizan para la transmisión de la imagen, ya que la comunicación se realiza a través de un cable de red.
En el 2000, los Circuitos Cerrados de Televisión (CCTV) dieron un salto cualitativo tecnológicamente hablando, aplicando la tecnología IP a los sistemas DVR ya existentes, siendo el punto de partida para los sistemas que actualmente copan el mercado tecnológico. Cabe destacar que en esta década también comenzó a utilizarse el reconocimiento facial a través de la CCTV en EEUU, algo que no llegaría y se populizaría en Europa hasta varios años después.
A raíz de las mejoras en los soportes de Comunicación y Grabación, los cuales nada tienen que ver con los primeros sistemas desarrollados por Walter Bruch, la videovigilanica ha tomado una importancia significativa para entes públicos y privados, siendo un sistema asumido como parte de nuestras vidas. La implantación en Seguridad Vial, Urbana y de Tráfico ha generado que el contacto visual con estos dispositivos minimice el impacto de ser asumidos en el ámbito privado.
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