Comienza el invierno y, aunque ya llevamos algunas semanas de frío en toda la Península, debemos ser conscientes de los posibles incidentes que puede ocasionar el incremento del uso de aparatos de calefacción, como por ejemplo los incendios, cuyo peligro no reside únicamente en el fuego, sino también en el humo. En este sentido, cabe destacar que los cinco meses más fríos del año, desde noviembre hasta marzo, es cuando se produce la mayoría de incendios con víctimas mortales.
El mal uso de estufas o radiadores, su colocación junto a cortinas, sofás o alfombras, la disposición de prendas de vestir sobre estos aparatos para facilitar su secado, la sobrecarga de enchufes con objetos electrónicos o baterías, el despiste al estar manejando cerillas o gas,… son algunas de las principales causas de los fuegos ocasionados en hogares durante este periodo del año.
Algunos consejos
- Mantener en perfecto estado las chimeneas, estufas, braseros y aparatos eléctricos, con las baterías originales, y revisar su buen funcionamiento antes de darle un uso intensivo.
- No sobrecargar los enchufes con demasiados aparatos eléctricos al mismo tiempo. Principalmente cuando se trata de calefactores o similares, ya que requieren de mucha potencia.
- Colocar las estufas a suficiente distancia de cualquier material inflamable y jamás poner prendas de vestir encima de ellos.
- Limpiar el interior de las chimeneas periódicamente, no utilizar gasolina para encenderlas, no dejar el fuego desatendido y apagarlo al ausentarse de casa o al irse a dormir, no echar la ceniza al cubo de basura puesto que podrían quedar brasas.
Por último, desde Grupo Eurofesa recomendamos disponer de un extintor (para poder apagar cualquier pequeño conato de incendio antes de que se propague), un detector de humos y una manta ignífuga para sofocar las llamaradas de sartenes, cazuelas o incluso chimeneas en caso de despiste.
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