En España se producen 30.000 muertes por paradas cardiorrespiratorias al año, lo que equivale a un paro cada 20 minutos. De hecho, los paros cardiacos se sitúan por encima de los accidentes de tráfico en las causas de muerte. Siguiendo con indicadores alarmantes, alrededor del 85% de las muertes súbitas son cardiacas y en España, el índice de supervivencia tras una parada de este tipo se sitúa en el 4% en contraposición a EE.UU. que puede llegar al 50% gracias a los desfibriladores y al personal formado.
Por este motivo, si al lado de los extintores existiesen también desfibriladores, podrían salvarse 4.500 vidas cada año.
La velocidad de actuación es vital en las paradas cardiacas. Se recomienda actuar en los 5 minutos posteriores a que ocurran pero, en ocasiones, para los servicios de emergencia esto es muy difícil. Para aumentar el número de personas que sobreviven a estas afecciones, es recomendable un tratamiento rápido a través de la Resucitación Cardiopulmonar (RCP) y los Desfibriladores Externos Semiautomáticos (DESA).
La cardioprotección es un aspecto emergente debido al gran número de paros cardiacos ocurridos cada año. Por este motivo, se crean los lugares cardioprotegidos, que son aquellos que disponen de los elementos necesarios para asistir a una persona en los primeros minutos tras una parada, contando con al menos un desfibrilador. También sería interesante que hubiese una persona con conocimientos mínimos para poder realizar la RCP hasta que lleguen los servicios de emergencia.
Instalar estos elementos salvavidas en una empresa, un comercio o una comunidad de propietarios genera confianza y seguridad entre los ciudadanos. Además, formar parte de un espacio cardioprotegido y extender el conocimiento de este sistema entre los componentes del mismo ayudaría a disminuir las muertes en España por paros cardiorrespiratorios, ya que los desfibriladores se encontrarían a mano y estos podrían actuar de forma correcta en el tiempo recomendado para que la persona afectada sobreviviese sin secuelas.
Esta rapidez de actuación es un factor clave en estas situaciones. Por cada minuto que pasa desde la parada cardiorrespiratoria se reducen las posibilidades de sobrevivir en un 7 – 10%.
Por esta razón, la formación de las personas en RCP y la presencia de los desfibriladores es muy importante, y Grupo Eurofesa ha decidido ponerlos a disposición de todos sus clientes a través de un servicio de Renting que incluye el desfibrilador completo junto con la vitrina homologada, el mantenimiento anual y los costes asociados del cambio de parches y baterías, un servicio de asistencia 24 horas y una formación en SVB (Soporte Vital Básico) y uso de DESA para 20 personas.
Y, para dar ejemplo, Grupo Eurofesa ha sido la primera en instalar en sus oficinas centrales un desfibrilador y formar a sus trabajadores en RCP:
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