Estamos seguros de que en tu día a día ves a menudo los extintores distribuidos por tu comunidad o edificio de vecinos, pero ¿te has fijado de qué tipo son? Es decir, ¿sabes con qué clases de fuego puedes utilizarlos en caso de que se declare un incendio en las zonas comunes de la urbanización o en tu propia vivienda?
Hasta el momento, el extintor con mayor comercialización era el compuesto de polvo químico seco debido a su polivalencia, pues es capaz de combatir tres tipos de fuego: clase A (sólidos combustibles), clase B (líquidos inflamables) y clase C (gases). El problema de este tipo de extintores reside en el nivel de suciedad y corrosividad que implica utilizarlos: no deben emplearse en instalaciones donde se encuentren equipos delicados o de alto valor y, además, es necesaria una limpieza muy cuidadosa y extensa para restaurar y devolver los materiales a su estado primitivo.
Por otra parte, cuando se trata de comunidades de propietarios, estos extintores se emplean en su mayoría para sofocar incendios desatados en cocinas de viviendas. La cuestión es que aquellos fuegos derivados del uso de aceites y grasas vegetales o animales en aparatos de cocina son clasificados como fuegos Clase F, y según la Norma UNE-EN 3-7: 2004+A1:2007, “se considera peligroso que los extintores de polvo y de dióxido de carbono CO2 se utilicen sobre fuegos de la clase F”.
Así pues, para hacer frente a este tipo de llamas, lo más adecuado es utilizar un extintor hídrico, que, como su propio nombre indica, se encuentra cargado de agua. Sus efectos residuales son mínimos, por lo que es calificado como el más limpio y ecológico del mercado. Las principales ventajas de utilizar un extintor hídrico se basan en un contenido no tóxico, el cual no entorpece la visión ni la respiración, y 100% biodegradable, sin dejar rastro en las zonas donde se aplica.
Se trata de un extintor de alta eficacia respecto al comercializado universalmente, siendo este de 27A – 233B – 75F frente a la eficacia 27A – 183B correspondiente al de polvo. Como aclaración, esta numerología equivale a la cantidad de combustible que el extintor es capaz de apagar en cada tipo de fuego, de modo que la eficacia 75F corresponde a 75 litros de aceite.
El extintor F para cocinas contiene compuestos ecológicos (sales orgánicas e inorgánicas) que reaccionan con el calor del aceite. De este modo, el poder de enfriamiento del agente extintor sobre el aceite, junto con el efecto barrera que produce la espuma, hace que sea el más eficaz de su gama, evitando así la re-ignición.
Por ello, basándonos en todo lo anterior y ante las desventajas ecológicas que produce el empleo de los extintores comunes de polvo químico seco, Grupo Eurofesa ha comenzado a comercializar agentes limpios de alta eficacia para la extinción de incendios: los denominados extintores hídricos (agua + AFFF).
Para más información, puedes ponerte en contacto con tu agente comercial habitual o bien en el 902 209 666. También puedes hacernos saber tu interés a través de info@eurofesa.es
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