A lo largo de 2018, la facturación del sector de la protección contra incendios se situó en una cifra de 2.700 millones de euros, lo que supone un incremento del 8% con respecto al año anterior. Se trata de datos facilitados por la Asociación Española de Sociedades de Protección Contra Incendios, Tecnifuego, que además reflejan una subida continuada desde 2015.
En este sentido, la facturación de la protección activa contra incendios se encuentra en los 1.800 millones de euros, repartiéndose entre fabricación/distribución (39 %) e instalación y mantenimiento (61%). Por su parte, la protección pasiva alcanza los 900 millones de euros, donde la fabricación representa el 22% y la instalación/mantenimiento, el 78%.
Esta recuperación ha venida dada principalmente por tres factores: el cambio de ciclo económico que ha tenido lugar a nivel mundial y, más concretamente, en España; la mejora del sector de la construcción; y la entrada en vigor del nuevo Reglamento de Instalaciones de Protección contra Incendios (RIPCI).
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