Según datos facilitados por TECNIFUEGO-AESPI, Asociación Española de Sociedades de Protección Contra Incendios, durante el pasado año la facturación global del sector PCI se situó en 2.100 millones de euros, una cifra bastante estable si se compara con los resultados obtenidos desde el comienzo de la crisis en 2007.
A partir de dicho año, el volumen de negocio comenzó a descender hasta alcanzar una caída del 30%, de los cuales el 20% correspondía a la protección pasiva contra incendios (véase puertas EI, ignifugados, sellados…) debido a su relación directa con la construcción de edificios (principal sector afectado por las dificultades económicas del país) y únicamente un 10% a la protección activa, pues los mantenimientos de este tipo de sistemas fueron claves para mantener la cifra.
Los expertos en el tema afirman que el sector ya ha tocado fondo y ahora lo único que queda es la recuperación del mismo. Pero, aunque la facturación de la protección activa pueda elevarse hasta los 1.400 millones de euros y la de la protección pasiva hasta cerca de 800 millones de euros, está claro que la remontada no será tan amplia como en épocas anteriores.
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