El pasado 14 de Junio tenía lugar uno de los incendios en edificios más grave de los últimos tiempos. La Torre Grenfell de Londres, formada por 24 plantas, sufrió un incendio en el cuarto piso en torno a las 2 de la mañana que se extendió rápidamente por todo el inmueble, dejando al menos 78 muertos e innumerables heridos.
Pero, ¿qué hizo que se extendiera tan deprisa? Las investigaciones apuntan a que el recubrimiento de la fachada con paneles de polietileno, un material altamente inflamable, avivó el fuego. Esto sumado al efecto chimenea, donde el viento pudo jugar un papel principal en cuanto a la intensidad de las llamas, convirtieron el edificio en un lugar sin vía de escape. Además, los vehículos de la Brigada de Bomberos de Londres solo tenían un alcance de extinción de 32 metros, lo que imposibilitaba llegar con el agua a las últimas plantas.
Todo ello hace que la sociedad comience a preocuparse por los diferentes materiales que componen las infraestructuras que les rodean. Obviamente, en todas las casas, oficinas y demás lugares donde se pasa el tiempo hay materiales que arden durante un incendio, pero algunos son más resistentes al fuego que otros. En este sentido, ¿cuáles son los más combustibles? La madera, el corcho, el plástico, el papel pintado o cualquier tipo de tejido. Por el contrario, el hormigón, los ladrillos, el revestimiento cerámico y las placas de yeso son totalmente resistentes. En un punto medio encontramos el vidrio (cuyo riesgo reside en su rotura), el metal (que puede doblarse y hacer que ceda la estructura) y las pinturas o barnices (que los hay combustibles, inflamables y tóxicos, pero también los hay incombustibles).
La cuestión es que, por regla general, solemos creer que este tipo de incidentes nunca nos sucederán a nosotros y, sin embargo, son más habituales y peligrosos de lo que pensamos. ¿Podría ocurrir algo de este tipo en España? Algunos expertos afirman que sí, puesto que los materiales aplicados a edificación no han experimentado mejoras desde hace 30 años, pues se siguen construyendo con hormigón armado y pretensado de acero, el cual en caso de fuego intenso y prolongado se plastifica y pierde drásticamente su rigidez (como se ha indicado anteriormente).
Pero por otro lado y de acuerdo al Código Técnico de la Edificación español, el producto de aislamiento térmico colocado en el exterior del edificio Grenfell no sería aceptable para su uso en fachadas ventiladas de más de 18 metros.
Además, cabe destacar que el número de fallecidos podría haber disminuido si los sistemas de protección activa contra incendios hubieran sido los correctos. Al parecer, el bloque fue construido en 1974 y no contaba con un sistema de rociadores. Por otra parte, algunos residentes aseguran que no oyeron las alarmas de incendio. Por tanto, la remodelación que se realizó en 2016 se basó únicamente en un aspecto estético en lugar de centrarse en proteger la vida de las personas y sus bienes.
Como hemos repetido en numerosas ocasiones, de nada sirve disponer de los mejores sistemas si no se mantienen y se comprueba que funcionan perfectamente. Algo que el reglamento español establece como obligado cumplimiento.
Ante todo esto, Grupo Eurofesa quiere ofrecer una serie de consejos sobre cómo actuar en caso de incendio en el edifico donde resides.
- Si se produce en casa:
Cuando detectamos un pequeño fuego en nuestra vivienda, lo mejor es intentar sofocarlo para que no vaya a más. De aquí la importancia de disponer de un sistema de detección de incendio y un extintor.
Por el contrario, si las llamas alcanzan grandes dimensiones, debemos llamar a emergencias (112) lo antes posible y salir al exterior si se puede, cerrando todo a nuestro paso (para evitar su propagación e intentar ahogarlo debido a la falta de oxigeno) y sin coger ningún objeto (solo mascotas si se diera el caso). De no poder salir por impedimento del fuego, debemos recluirnos en una instancia tapando todas las rendijas con paños húmedos. También es recomendable taparse las vías respiratorias con trapos mojados y mantenerse cerca del suelo, donde el aire es más limpio.
- Si se produce en algún lugar del edificio:
Siempre hay que llamar a emergencias, aunque creamos que otros vecinos ya lo hayan hecho.
Cuando el apartamento está en las plantas inferiores al incendio, debemos salir inmediatamente del mismo utilizando las escaleras (ya que se podría originar un cortocircuito y parar los ascensores, quedando atrapados dentro). Pero si al abrir la puerta encontramos mucho humo en el descansillo, es importante volver al interior de la vivienda y tapar huecos.
En caso de que el fuego se sitúe por debajo de nosotros, se recomienda no abandonar la casa, ya que se desconoce su gravedad. Como ya se ha dicho, usar cinta adhesiva para tapar las ranuras de la puerta, colocar toallas mojadas en la parte inferior, sellar los conductos de ventilación y cerrar las ventanas es lo mejor que podemos hacer para protegernos del humo. Es importante permanecer dentro hasta que aparezcan los servicios de emergencia, pero si el humo o el fuego ha conseguido acceder al piso, tendremos que salir a la terraza o a la ventana para que nos vean y ser rescatados.
Imagina (en el peor de los casos) que las llamas te alcanzan: Tírate al suelo y rueda rápidamente mientras te cubres la cara hasta que se extingan.
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