Según un estudio sobre robos en viviendas elaborado por TNS Sofres, 2 de cada 3 niños sufren daño emocional después de un robo. En este sentido, más de la mitad de los pequeños deja de sentirse seguro en casa y 1 de cada 3 continúa teniendo miedos un año después del robo.Además, el 69% de los adultos tiene problemas para dormir después de la intrusión en su vivienda; el 30% no duerme en casa la noche siguiente y un 94% admite sentirse preocupado por una nueva intromisión.
Por otro lado, este mismo estudio revela que el acceso favorito de los ladrones son las ventanas, específicamente en un 57% de los casos acceden por esta vía, seguido de las puertas (18%) y los garajes (5%).
Un dato importante es la sustracción de objetos de valor en 7 de cada 10 robos. Añadido al valor monetario, un 55% de los afectados afirma que han perdido objetos de valor sentimental, aspecto que preocupa al 29,3% de los españoles a la hora de sufrir un robo, por delante del robo de dinero o bienes materiales (8,7%). Aunque la mayor preocupación es que la familia esté dentro del domicilio en caso de producirse una intrusión. Por suerte, solo el 11% de los afectados totales de este estudio se encontraban dentro de su vivienda al producirse la entrada.
Para evitar estas experiencias traumáticas, se recomienda cerrar la puerta siempre con llave, revisar el estado de las cerraduras y ventanas de forma periódica, no dejar las ventanas abiertas y contar con elementos de protección tales como alarmas, rejas o cerraduras de seguridad e incluso videovigilancia interior y exterior en casa individuales.
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